Laura Honrubia, alma mater del grupo Dale al aire, compartió su vida durante cinco años con una persona sorda profunda. «¡Imagínate ser cantante y tener una pareja sorda!», dice a punto de visitar Ibiza para ofrecer tres conciertos en la isla. Esa experiencia personal le hizo reflexionar sobre cómo podía hacer llegar su música a las personas con discapacidad auditiva y, así, Dale al aire se convirtió en un grupo pionero en España al integrar entre sus miembros sobre el escenario a una persona que conoce el lenguaje de sordos y va interpretando la canción a la vez que la cantante.

Gracias a sus amigos ibicencos ha conocido a la Asociación de Personas Sordas de Ibiza y con su colaboración ha organizado tres conciertos en la isla. Este viernes a las 21 horas actúan en el Teatro Pereyra y el sábado hacen doblete con un concierto a las 22 horas en el Putumayo de Sant Antoni y otro a medianoche en el Reencuentro. Los tres conciertos son con entrada gratuita.

No hay que ir con prejuicios. No es un concierto ´para´ sordos sino una actuación que explota todos los mecanismos para que estas personas también puedan sentir la música. «La intérprete de lengua de signos no se limita solo a traducir la canción sino que además baila, incluye el ritmo... no trasmite solo el contenido de la letra sino que es una apuesta artística», remarca Laura Honrubia.

La cantante asegura que los sordos pueden disfrutar perfectamente de un concierto siempre que se den determinadas circunstancias, no solo que haya una intérprete. «Si hay más luz que en un concierto convencional pueden leer los labios, si se colocan en las primeras filas pueden sentir la vibración de los altavoces... es más, hemos elegido el Teatro Pereyra porque el suelo es de madera y la vibración es mucho mayor, con lo que la música se percibe mucho mejor», explica la cantante. Bailar con un globo en la mano ayuda a percibir mejor la vibración y, lógicamente, «el volumen alto también es importante», apunta la intérprete.

Por su experiencia personal, las personas sordas «bailan muy bien porque, aunque no entiendan lo que dice la canción, su capacidad para captar las vibraciones es mucho más grande, superior a la de cualquiera de nosotros, a ellos les llega mucho mejor el ritmo», añade.

Este proyecto musical aúna músicos procedentes del flamenco, el jazz y la música africana y sus letras abordan temáticas sociales, como la emigración, el mundo de la mujer y el día a día de las personas con discapacidad auditiva.

Honrubia insiste en que es un concierto muy atractivo también para cualquier tipo de público. «Ver sobre el escenario la lengua de signos de esa forma es muy bonito, muchas veces incluso vienen a vernos intérpretes del lenguaje de signos», asegura la cantante, que apunta que también han trabajado con personas sordociegas. «En ese caso no vale solo con tener a alguien en el escenario sino que hay varios intérpretes entre el público que se ponen delante de la persona sordociega y le van tocando la cara marcando los signos», explica.

El grupo está muy implicado en la integración y ha diseñado la parte musical de la ´Guía de la accesibilidad en la cultura´ elaborada por la Confederación de Personas Sordas y el Ministerio de Cultura.