Helena Ripoll se fue de Ibiza con 19 años persiguiendo un sueño. Y lo alcanzó. Este sábado a las 21.30 horas en Can Ventosa mostrará por primera vez al público de su isla natal que se ha convertido en una bailarina de primer nivel con el espectáculo ´Walking City´ de la compañía de Carmelo Segura. Más de ocho años trabajando con la Royal Ópera House la avalan.

-¿Cuándo comenzó a bailar?

-Empecé con cinco años en el Estudio Capricorn con Sandy Plant.

-¿Qué recuerda de entonces?

-Es una época entrañable. Tengo tres hermanas mayores que iban a ballet antes de que yo empezara y tengo el recuerdo de estar en el pasillo de la academia esperándolas y copiando lo que hacían ellas en clase, desesperada porque mi madre me apuntara. Hasta que por fin lo conseguí. A Sandy la recuerdo con mucho cariño, es una persona súper importante en mi vida.

-Una vocación muy temprana.

-Yo era una niña bastante inquieta y activa. Creo que mi madre hizo bien apuntándome a ballet porque si no la habría vuelto loca [ríe].

-¿Cuándo decidió dar el paso de salir de la isla para alcanzar el sueño de dedicarse a la danza?

-Salí de Ibiza con 19 años. Primero pasé por Barcelona y, con 20 años, decidí irme a Londres, donde me formé en una escuela gracias a una beca... son estudios muy caros. Estuve tres años allí y después ya fue un no parar de trabajar y trabajar.

-¿En qué compañías ha trabajado? ¿Combina el clásico con el contemporáneo?

-Sí, hay que ampliar el abanico porque si no es difícil encontrar trabajo. Cuanto más versátil seas mejor. Tuve mucha suerte y, nada más graduarme, entré a trabajar en la Royal Opera House en Londres, donde he estado los últimos ocho... o diez años de mi carrera, yendo y viniendo, porque funciona por contratos pero sí, principalmente allí. También he hecho un poco de televisión para Channel 4 y Discovery Channel, además de teatro y varios trabajos para compañías de danza contemporánea. He participado también en festivales como el de Glastonbury. Combinas todo. En una ciudad tan grande como Londres los bailarines son muy versátiles, hay mucha competición y cuanto más tengas que ofrecer, mejor. He hecho danza contemporánea, clásico... incluso un poco de claqué.

-¿La Royal Opera House ha sido la mejor escuela?

-Es un sitio increíble. Te tratan muy bien y el nivel de trabajo es estupendo... No he pisado mejor escenario que el de la Royal Opera House. Una experiencia memorable.

-Siempre que se habla de danza se piensa en una gran disciplina y mucho sacrificio.

-Es una profesión muy dura. Requiere mucho esfuerzo físico, por supuesto, pero mucho esfuerzo mental también porque tienes que ser fuerte. Te expones a mucho rechazo cuando tienes que pasar por castings con tanta gente. Es algo que no te puedes tomar como algo personal. Necesitas estar fuerte y saber que así son las cosas pero hay que seguir hacia adelante. Es una profesión muy dura pero que te da también muchas recompensas.

-¿La recompensa es el escenario?

-Son muchas cosas. Por ejemplo cómo impactas en la gente. Cuando salgo de actuar y me dicen ´me han entrado ganas de comenzar a bailar´ me emociono.

-¿Cómo valora su paso por la compañía de Carmelo Segura?

-La compañía lleva un año trabajando, avalada con los Teatros del Canal y por la Compañía Nacional de Danza. Hemos creado ´Walking City´ y otra pieza que se llama ´State of mind´ que ganó el certamen Madrid Talent este año. Estamos muy contentos y yo emocionadísima de trabajar con Carmelo.

-¿Qué cuenta ´Walking City´?

-Lo definiría como un recorrido por cualquier Gran Vía de cualquier gran ciudad a través de los personajes que nos vamos encontrando, haciendo una parada en la historia de cada uno. Incluso parodiamos esa obsesión por el móvil o el ordenador que provoca esa falta de comunicación entre nosotros. Es un honor bailar en Can Ventosa y compartirlo con mi gente. Llegué a actuar en Can Ventosa cuando todavía estaba en el Estudio Capricorn, de muy jovencita. Pero es la primera vez que bailo como profesional en Ibiza. Y es emocionante... Estoy de los nervios [ríe].