-¿Cómo es este nuevo libro, ´Strappi 2: Life is love´?

- El primer libro hablaba del pasado y este, del presente, con muchas referencias a mi pasado, mis inicios con Andy Warhol y cuando era un pintor mundano en los años 70 en Ibiza. Hace un poco de historia y es una especie de homenaje a mi hijo Renatino.

-La foto de portada dándole un beso a su hijo es muy significativa.

-Tiene mucho significado porque la foto es de un amigo fotógrafo romano fantástico y muy famoso en Italia que se llama Robero Granata y especialmente porque los dibujos que la rodean están hechos por mi hijo, que ya perece un pintor profesional.

-¿Qué más quiere mostrar?

-Es un libro que habla mucho de mi pasión por la pintura y el gran amor que profeso a mi hijo, que crece cada día. Casi todos los amores de mi vida se han ido desvaneciendo o se acaban. Mi hijo es mi legado más grande y quería dedicarle este libro.

-¿Cómo compatibiliza la inauguración de una exposición y la presentación de un libro?

-Cada vez que vas a una exposición te dan un folleto con cuatro fotos y pequeñas noticias que no explican nada de la obra y el artista. He hecho este libro de 140 páginas para presentar la exposición y dar a conocer una trayectoria artística en un sitio tan fantástico como es el Club Diario.

-¿Qué obra se podrá ver?

-Va a ser un reflejo del orden del libro. Estará el strappi con mi hijo, dos fotos que hice en 1969 en The Factory con Andy Warhol, firmadas por ambos en Nueva York, mi colaboración posterior con Andy y muchas fotos de las que aparecen en sus páginas.

-¿´Strappi´ es un recorrido por el erotismo, el sexo y algunos recuerdos de su vida?

-Puedes decirlo como quieras, pero el erotismo es parte de la vida de un hombre. Las mujeres y el amor han sido, y son, super importantes en mi vida. A los 71 años es diferente que a los 20, ahora aprovecho y valoro más cosas menores como una mirada o una sonrisa. Es otra forma de erotismo y se refleja en las fotografías que transformo en pinturas.

-Pero hay una diferencia importante entre sexo y erotismo.

-A veces hago fotos a chicas maravillosas y luego vamos a tomar un café, y otras veces no tomamos el café.

-¿Qué proceso de construcción artística tiene un ´strappi´?

-Tiene un mensaje. Hace treinta años escribí un libro con el mensaje de una vida sana, para ayudar a la gente a mantener un ritmo natural de vida, respetar la naturaleza y no ser depredadores. ´Strappi´ viene de este principio, el hombre extrae todo lo que puede de la naturaleza y cuando se da cuenta de que no hay peces en el río porque está acabando con ellos, empieza a devolverle lo que le ha quitado. Es la filosofía basada en ´destruir y reconstruir´. El problema es que no se puede reconstruir todo lo destruido porque la naturaleza es más sabia que el hombre y porque este comete muchos errores.

-¿Y usted que hace primero?

-Rompo y luego pego en una tela, cartón o madera, dependiendo de los materiales que tengo o de lo que quiero hacer y luego comienzo a poner colores, perlas, purpurinas, alguna joya de Irán que tengo desde hace tiempo y otras cosas, y al final la creatividad avanza.

-No trabaja sobre una idea preconcebida o un boceto...

-Antes de hacer una pintura nunca sabes lo que va a resultar. Es como el refrán ´caminante no hay camino, se hace camino al andar´. La creatividad llega creando.

-Usted es un gran admirador de Andy Warhol, bebe de sus fuentes y lo tiene siempre presente. ¿Le ha marcado su relación con este artista o le obsesiona su figura?

-No tengo ninguna obsesión, él era homosexual y yo no (risas). En 1974 Frank Sinatra me organizó una exposición en Nueva York y me ayudó a vender obras a Richard Nixon, Henry Kissinger y Elizabeth Taylor, entre otros. Un señor le preguntó a Sinatra si nos podía presentar, porque en aquella época el famoso era yo, no Andy Warhol. Tuvimos contactos telefónicos y en 1979 me invitó a su taller, The Factory, en Nueva York, un lugar fantástico donde pasaban todo tipo de personajes de la época. Nos conocimos y cambió mucho la manera de pintar.

-¿Qué había hecho usted para ser tan famoso en esa época?

-Había creado en París en 1978 Generation Future, un movimiento para apoyar y enseñar a las generaciones futuras a respetar la naturaleza y no destruirla. Al llegar a Nueva York con este bagaje empecé a hacer algunas cosas con Warhol porque él quería hacer más cuadros que Picasso, por eso inventó la serigrafía. Su idea era que todo el mundo pudiera tener una pintura suya y no que una sola persona tuviera un cuadro en su casa solo para él. A partir de este principio hicimos la serie ´War´, con diez cuadros en diferentes versiones numeradas y desde ese momento empecé a romper cosas.

-Es todo un lujo que Warhol le haya servido de inspiración.

-Él me empujó a romper y en cierta forma es el inspirador de ´Strappi´.

-¿Era Warhol consciente de que inventaba una forma de democratizar y popularizar la pintura?

-Totalmente. Decía una cosa muy interesante cuando fundó la revista Interview: «No quiero entrevistar a los famosos porque ya lo son, hay que entrevistar a jóvenes talentos que tienen méritos, pero no disponen de espacio y ayudarles a que sean artistas». Hice lo mismo después en Roma con el Centro Cultural Europeo con una galería donde permitía a los jóvenes sin dinero exponer.

-En Italia dicen que todo el mundo tiene un sueño secreto. ¿Cuál es el suyo?

-Los italianos dicen que hay un sueño escondido en un cajón. Mi sueño secreto se realizó cuando nació mi hijo. Cuando nació mi Renatino tenía 62 años, le hice una foto bañándose y la metí en un cajón. Esta fue la realización de mi primer sueño.